¿Por qué es recomendable que un peluquero canino debe tenga un perro de raza?
Como peluquero canino, es esencial estar en constante aprendizaje y perfeccionamiento de las habilidades. Una forma invaluable de hacerlo es tener un perro de raza propia. Se que muchas personas pensaran que no esto no es verdad por que cualquier perro sirve, pero en realidad cuando empiezas es el momento en que más importante es por diferentes motivos. Muchos piensan que con el día a día en el trabajo de la peluquería canina ya irán aprendiendo.
Está claro que en el trabajo irás aprendiendo cosas, pero aprenderás sobre todo a tener más soltura con la máquina. A gestionar los clientes, a explicar a los clientes como quitar los nudos,…. pero realmente tardarás muchísimo en aprender a usar con destreza la tijera, no serás consciente de como las líneas de corte afectan tu trabajo y sobre todo no tendrás contacto con criadores y peluqueros como tú que valoran la estética canina.
Tener en el día a día un perro de raza aunque no sea un perro de show te ayuda a :
1. Mejora en el conocimiento específico de la raza
Cada raza de perro tiene características y necesidades específicas en cuanto a su carácter, cuidado y peluquería. Tener un perro de raza permite al peluquero familiarizarse profundamente con estas particularidades. Por ejemplo, el pelaje de un Poodle requiere técnicas y herramientas diferentes a las que necesita un Husky. Al cuidar de un perro de raza, el peluquero puede dominar las técnicas específicas y entender mejor los estándares de cada raza.
Además cuando un cliente venga y te diga que su Caniche (Poodle) le sigue por todas partes, seguramente le dirás, si es típico de la raza. Sabes que muchas veces yo me quedo llamando a mi perrito y él me está mirando como por que me llamas si no he salido de tu lado.
El conocimiento específico de la raza si la eliges bien te permitirá mejorar en las diferentes técnicas como por ejemplo si tienes un Schnazuer podrás mejorar en stripping. Si tienes un pelo largo como un Shih tzu o un Maltés a cuidar un pelo largo,… Te encontrarás en el día a día en los problemas que tienen tus clientes y sabrás explicarles bien en que han fallado del mantenimiento. Créeme si quieres aprender tendrás un buen profesor, ¡tú perro!
2. Podrás practicar regularmente, seguir las consecuencias de lo que le haces,…
La práctica hace al maestro. Tener un perro propio permite practicar y perfeccionar técnicas de corte y arreglo de manera regular. Esto no solo mejora la destreza, sino que también permite experimentar con diferentes estilos y herramientas sin la presión de trabajar contra el reloj en un entorno profesional.
Cuando vayas a un curso podrás llevar a tu perro y trabajar sobre un perro que conoces y te conoce. Le enseñarás a comportarse y será un perro con el que practicarás y aprenderás tranquilamente.
3. Demostración de habilidades
Un peluquero canino con un perro de raza bien cuidado puede mostrar sus habilidades a potenciales clientes. Un perro bien arreglado es una excelente tarjeta de presentación. Además, puede servir como modelo para fotos de antes y después, destacando la calidad del trabajo del peluquero.
A veces la mejor tarjeta de presentación es un perro bien educado con un traje perfecto. Si tu le explicas a un cliente que debe de hacer stripping y le enseñas a tu perro que se lo haces, entenderá que lo explicas por que sabes hacerlo y lo haces con tu perro. A veces para los clientes es difícil entender que el stripping es algo necesario para el perro no algo puramente de belleza o estética. Es una cuestión de salud.
4. Entender el comportamiento canino
La peluquería canina no se trata solo de estética, sino también de entender y manejar el comportamiento del perro. Tener un perro propio permite aprender a leer su lenguaje corporal, manejar su ansiedad y entender sus reacciones. Esta experiencia es invaluable al tratar con clientes caninos que pueden estar nerviosos o asustados durante su sesión de peluquería.
5. Credibilidad y confianza
Los clientes valoran la experiencia personal. Saben que un peluquero que tiene un perro de raza y lo cuida bien, está comprometido con su trabajo. Esto genera confianza y credibilidad. Los dueños de mascotas son más propensos a confiar en alguien que no solo trabaja en la industria, sino que también es un apasionado dueño de perros.
6. Acceso a Competencias y Exposiciones
Tener un perro de raza también abre la puerta a participar en competencias y exposiciones caninas. Estas actividades no solo son una excelente oportunidad para mostrar habilidades, sino también para aprender de otros profesionales, mantenerse al día con las tendencias y estándares de la industria, y obtener reconocimiento.
Tener un perro de raza no es solo un acto de amor por los animales, sino una herramienta profesional invaluable para cualquier peluquero canino. Desde el conocimiento específico hasta la práctica constante, pasando por la credibilidad y las oportunidades de crecimiento, las ventajas son numerosas. Si eres peluquero canino y aún no tienes un perro de raza, ¡considera hacer esta inversión en tu carrera y en tu pasión por los perros!